No des nada por sentado
Amor, El Otro
20 May 21
Una vez más, como humanos queremos enmarcar todo, categorizar, estandarizar. Porque tranquiliza. Conocemos el inicio, la fecha de finalización, los términos.
Ha dicho, la voz gruesa. Y la llamita, que se comporte y ya. (Pero afortunadamente algunas llamas pequeñas son más rebeldes que otras 😋).
Entonces decía: «No des nada por sentado».
Porque son así las llamitas piloto: están aquí para volver a prender el fuego. Pero si te descuidas, o si la encierras en un contrato en cual faltaría aire, el fuego se apaga. Se le podría acusar de ligero, inconsistente, caprichoso. Pero, en realidad, sólo es porque que está vivo y, como todos las cosas vivas, existen esencialmente en el presente. Nada puede garantizar que mañana sea fogoso y colorido.
Pero hoy es poderoso, profundo, intenso.
Sumérgete en él. Ahógate en sus delicias (Le Lac) como si sólo existieran hoy.
Porque nada en la intensidad del día promete su mañana.
Aunque muy claramente nos conviene creer en lo contrario, para satisfacer nuestra necesidad de seguridad: «¡Encontré una perla! ¡Vamos! ¡De prisa la resguardo en una caja para no perderla!» Y, sin embargo, esta es la mejor manera de perderla ...
«Siempre» y «nunca» son adverbios que no dan ninguna indicación sobre el futuro. Pero sí expresan algo sobre la intensidad con la que sentimos el presente. Como si éste fuera tan fuerte que no encajara en este espacio-tiempo presente. Demasiado grande, demasiado intenso, así que patinamos hacia el «siempre» o el «nunca».
Moraleja de la historia: invierte toda tu felicidad en el momento presente, es lo único cierto.
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